Durante este curso, en 5º de Primaria, ya habíamos tenido algún contacto con el ajedrez, conocíamos el nombre
de las piezas, su valor y su colocación en el tablero (también en 1º de Primaria). Sin embargo, en esta
última semana de clase queríamos asentar estos conocimientos y repasar las
piezas y sus nombres. Hablamos de los peones, de los caballos, de los alfiles…
Recordamos (y
señalamos en el mapamundi del aula) que el ajedrez había nacido en la India y
que tenía 1500 años de historia documentada, que allí los caballos eran en
realidad elefantes, pero que al llegar a Europa mutaron en este animal. También
recordamos que fueron los musulmanes quienes lo trajeron a Europa, por España y
por el Este, y que entonces el rey cambió su aspecto para coronarse con una
cruz. Repasamos los estamentos de la Edad Media, comparando los peones con los
campesinos; los caballeros y los reyes con la nobleza, y los alfiles con la
iglesia (en realidad la corona del alfil se asemeja a una mitra obispal y, de
hecho, el alfil en inglés se dice bishop,
es decir, obispo). Luego hablamos de que el ajedrez era un juego de guerra,
pero sin violencia; es decir, un juego donde dos ejércitos se pelean pero sin
derramar sangre, un juego de estrategia, en definitiva.
En un
segundo momento aprendimos el nombre de cada pieza por sus iniciales, así el
rey era R, la dama, D; el alfil, A; el caballo, C y la torre, T (los peones
eran los más humildes de la sociedad y no tenían ni siquiera derecho a nombre
(y la dama se llamaba así y no reina, para que la inicial no coincidiera). Incluso
comentamos estos nombres en inglés, que es el lenguaje internacional del
ajedrez (y vimos que en ese idioma no había el problema de confundir al rey, king, con la reina, queen). Todo esto lo dejábamos preparado para cuando explicásemos
la notación algebraica…
A
continuación hablamos del campo de batalla, del tablero de ajedrez. Un cuadrado
de 8 por 8 casillas de color blanco y negro alternativamente y que se divide en
líneas horizontales (filas), líneas verticales (columnas) y diagonales. Como ya
conocíamos el eje de coordenadas cartesianas que utilizamos para elaborar
gráficos a partir de una tabla de datos, no nos fue difícil entender que se
trataba de un eje vertical y otro horizontal que se cortaban en el punto (0,0).
Y, a partir de ahí, entendimos el motivo de nombrar a las filas con los números
1, 2, 3, 4, 5, 6 7 y 8 y a las columnas por las letras a, b, c, d, e, f, g y h
(en realidad, también deberían ser números pero se cambió a letras para que
fuese más fácil). Cada cual construye un tablero en su cuaderno y después
hacemos ejercicios para situar casillas. Primero les digo que señalen la a4, la
b6; la c1; la d3; la f5; la g7, y la h8. A continuación hacemos el ejercicio
inverso, marco con una x varias casillas en la pizarra y los alumnos deben
escribir sus coordenadas).
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