La semana pasada leía esta carta en El País Semanal (30.09.12) y me ha parecido interesante reproducirla aquí por si puede servir para reflexionar sobre el tema de la educación de nuestros hijos. Para amenizar la lectura añado esta música de LAU titulada Winder Moon.
- No me des todo lo que te pido.
- No me grites. Te respeto menos y me enseñas a gritar a mí también.
- No me des siempre órdenes. Si a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.
- Cumple las promesas buenas y malas.
- No me compares con nadie.
- No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión.
- Déjame valerme por mí mismo. Si haces todo por mí, yo nunca aprenderé.
- Cuando haga algo malo, no me exijas que te diga el por qué. A veces ni yo mismo lo sé.
- Cuando estés equivocado, admítelo. Crecerá la buena opinión que tengo de tí y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.
- Cuando te cuente un problema mío, no me digas “no tengo tiempo para bobadas”, o “eso no tiene importancia”. Trata de comprenderme y ayudarme.
- Y quiéreme. Y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas que es necesario decírmelo.
4 comentarios:
Valentín, si puedes ponme el enlace del artículo en El País, por curiosidad me gustaría ver si va firmado, he intentado localizarlo y no lo encuentro. Me llama mucha la atención que esta carta hace tiempo que está circulando por la infinidad de correos que recibimos y realmente es uno de los que merece la pena. Yo hago muchas cosas mal de las que aparecen en la carta y así lo transmito a mis hijos. EL 90% de los correos de este tipo que recibo ni los abro, pero este lo abrí y lo recuerdo perfectamente. Gracias.
No encuentro el enlace y por eso he reproducido la carta "a mano". El artículo es de la sección de Psicología de El País Semanal del 30 de septiembre, se titula "Más que premios y castigos" y está firmado por Jenny Moix (lo tengo en papel, por si te interesa). Ah, yo también fallo en muchas de las cosas que dice.
Valentín, cuando no nos queda más remedio que ponernos muy serios con los hijos, todos sabemos hacerlo, pero por muchos motivos a veces no lo hacemos. Algún día te contaré la historia de Esther y el gran incidente que tuvimos, pero gracias a ello salió adelante muy rápido, aprendíó a velocidad del rayo. He encontrado el pdf del artículo, está aquí: http://pagines.uab.cat/jennymoix/sites/pagines.uab.cat.jennymoix/files/Educar3.pdf
Gracias por localizar el pdf. Así quienes estén interesados pueden leer el artículo completo.
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