Este trimestre hemos empezado a estudiar los temas relacionados con la materia y la energía para poder hacer experimentos en el laboratorio, ya que en el tercer trimestre siempre queda poco tiempo y el alumnado está más cansado. En cursos anteriores y con otros alumnos habíamos experimentado con los cambios de estado y con la materia.
Empezamos por conocer el material que se utiliza: el tubo de ensayo, la gradilla, el vaso de precipitados, la probeta, el mortero, el mechero de alcohol, el matraz (Erlenmeyer, esférico), etc. y de cada uno estudiamos su nombre, el material de qué está hecho y para que se utiliza.
Estos son los dibujos realizados, copiados directamente de la realidad, después de que el profesor los mostrara e hiciéramos un pequeño coloquio con los puntos que hemos señalado. Cada equipo tenía en su mesa un ejemplar de cada material (después de valorar que era un material muy especial y que se rompía con facilidad).
El primer experimento consiste en mezclar vinagre con bicarbonato. Es muy espectacular porque enseguida sube una espuma que se derrama por la mesa y se produce un olor muy fuerte en toda la sala. Necesitábamos un vaso de precipitados, una cucharilla, el vinagre y el bicarbonato. Dos voluntarios trajeron el material y en el laboratorio cogimos los recipientes. Era curioso ver las caras de asombro de los niños y niñas...
Lo hicimos varias veces, probamos con la lengua el vinagre y el bicarbonato y, después la sustancia que quedaba. Al final leímos que el producto resultante no tenía nada que ver con las sustancias que mezclábamos, que se había originado una sustancia nueva, que no era vinagre ni bicarbonato.
También leímos que se originaba un gas especial (que era lo que olía tan fuerte) y para comprobarlo repetimos el experimento pero colocando un globo en el recipiente (ahora utilizábamos una botella de plástico en lugar del vaso, para que el globo se ajustase a la boca del recipiente).
Luego supimos que esto se llama un cambio químico (reacción química), que hemos mezclado un ácido (vinagre) y una base (bicarbonato) y que se obtiene agua salada y un gas (dióxido de carbono).
Para terminar, Chen comentó que qué ocurriría si poníamos antes el bicarbonato en el vaso y luego el vinagre. Lo hicimos y observamos que ocurría lo mismo pero que la espuma subía más despacio y era menos espectacular.
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