martes, 18 de noviembre de 2014

SANTA CRISTINA DE LENA



Santa Cristina aparece situada en lo alto de un cerro y rodeada de una vegetación exuberante. No hay datos exactos de su construcción pero por su parecido con las edificaciones del Naranco se data en la segunda mitad del siglo IX. 






Es una iglesia de reducidas dimensiones y su planta no es la basilical tradicional del prerrománico asturiano sino un solo espacio rectangular cubierto con bóveda de cañón. 






Esta nave rectangular tiene adosadas salas cuadrangulares en cada lado: un ábside, en la parte oriental; un pórtico, en la occidental, y dos salas de menor altura en lados laterales (la del lado sur construida en el siglo XIX).

Externamente destaca el volumen central porque es más ancho y más alto y llaman la atención las parejas de contrafuertes que se repiten en cada cara de la construcción. 



El acceso se realiza por un pórtico situado hacia occidente, con un arco de medio punto que tiene bancos a ambos lados y cámaras en el interior (como en El Conventín).







En la cabecera y en la pared norte, aparece una sencilla ventana trifora, sobre cuatro columnillas.




El interior de la iglesia destaca por las dos alturas del suelo, de manera que el presbiterio (altar) está más alto y protegido por una doble arquería (iconostasio) que separa a los sacerdotes de los fieles. 


La cubierta es de bóveda de cañón construida con toba, que apoya en arcos fajones que se refuerzan con contrafuertes en el exterior. 






Las paredes laterales aparecen decoradas con arcos ciegos de medio punto que apoyan en columnas adosadas. 







En la pared oriental, detrás del iconostasio los arcos ciegos continúan y se apoyan en columnas sogueadas y capiteles troncopiramidales.




Frente al presbiterio destaca la tribuna donde se colocaban los reyes, que apoya en un gran arco de medio punto y bajo la cual se sitúan las dos cámaras del pórtico, comentadas. Se sube a la tribuna por medio de una escalera situada en la pared norte del templo. 


Las salas laterales también están cubiertas por bóvedas de cañón, perpendiculares a la principal, y a ellas se accede a través de arcos de medio punto.

Mención aparte merece el iconostasio. Se trata de la separación entre el presbiterio y la nave y está formado por tres arcos dobles de medio punto, adornados con celosías y que se apoyan en columnas de mármol y capiteles corintios. El altar está a un nivel superior del resto de la nave y se accede a él a través de escaleras adosadas a los muros.




Bajo el arco central se encuentra el cancel, que es un mural de piedra formado por dos placas cuadrangulares situadas a los lados y una placa central de forma rectangular; las placas laterales tienen una inscripción en la parte superior. 


En conjunto nos encontramos con cinco bloques verticales decorados con dibujos geométricos, cruces patadas, pámpanos, etc. Estas piezas y las celosías de los arcos parece que proceden de un templo visigodo del siglo VII.




Regresamos a la antigua estación de La Cobertoria, hoy convertida en un aula de interpretación del arte prerrománico asturiano, bajando por la "caleya" por la que habíamos subido.

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