domingo, 29 de diciembre de 2013

RÍA DE VILLAVICIOSA




La ría de Villaviciosa es, en realidad, el estuario de un río que es inundado por el mar periódicamente. Se trata de un paisaje poco habitual ya que en la costa cantábrica predominan los acantilados. Por otro lado, muchos otros estuarios han sido utilizados con fines industriales como la ría de Bilbao o la de Avilés. Así pues, la ría de Villaviciosa, junto con la del Eo, son parajes singulares y de gran importancia. 

En estas zonas, los paisajes, la flora y la fauna están condicionados por diversos factores como la salinidad, la marea, los sedimentos y la influencia humana. Surgen así formaciones vegetales especiales que se convierten en refugio de gran importancia para la invernada y el descanso de muchas aves durante la migración. 

La marisma es la zona más próxima al canal principal del río, que es cubierta cada doce horas por la marea. Las plantas deben adaptarse a esta situación y a la salinidad del agua. Los animales aprovechan la materia orgánica que deposita el mar y el río. Por todo ello predominan los invertebrados (navaja, almeja, xorrón, xarda) que se alimentan de estos sedimentos y que, a su vez, sirven de alimento a peces y aves limícolas (correlimos, andarríos, agujas, ostreros y zarapitos). 

El marjal se sitúa en la zona más alejada del canal principal del río y en la cola del estuario. Es una zona pantanosa, con charcas poco profundas, donde crecen cañaverales y otras plantas. Aquí encuentran su alimento y tranquilidad muchas aves como garzas, garcetas y patos (cercetas, azulones y cucharas).

Muchas zonas de marjal han sido desecadas por el ser humano para conseguir tierras de labor y prados para el ganado. Son los porreos.

Finalmente, están las playas y los acantilados. Allí la vegetación natural se ha tenido que adaptar a las condiciones extremas de sequedad (por el viento) y salinidad y, en ocasiones, ha sido sustituida por plantaciones de pinos y eucaliptos. Entre las aves, predominan las gaviotas (la reidora y la patiamarilla). Enfrente de la desembocadura del río se forma una barra de arena que origina olas espectaculares. 

(Elaborado a partir de los datos del Centro de Interpretación, de los folletos y los paneles de la senda. En este enlace se pueden apreciar las aves más abundantes y para saber más, la web de la reserva. Para terminar, hay que recordar que el invierno es la mejor época para hacer este tipo de avistamientos, como dirían nuestros amigos de A ver aves).

1 comentario:

Mª ANGELES dijo...

Qué bonito, me encanta la foto de las sombras y los nombres que escribe Luis en la arena, es tan precioso...