La semana pasada estudiábamos los adjetivos en clase de 5º de Primaria (10 años) y Adam, para explicar cómo era una gallina que veíamos en una imagen, empleó la palabra peluda...
Enseguida explicamos que peluda viene de pelo y que la gallina es un ave y que, por tanto, no tiene pelo y no puede ser peluda... Empezamos a pensar en nuevos adjetivos y salió la palabra plumosa, que podría referirse a que "tiene muchas plumas" (en el diccionario, sin embargo, se define como algo que tiene forma de pluma).
Todo esto viene a cuento porque en Italia ha ocurrido algo similar al estudiar los adjetivos y un niño de 8 años "inventó" una palabra nueva (petaloso) y la Academia de la Lengua de Italia está estudiando aceptarla en el diccionario ("El niño que cautiva a Italia por petaloso", en El País del 23 de febrero de 2015).
Bichos en clase es un blog inspirado en el trabajo diario con los alumnos y alumnas de un colegio de Madrid. Aquí se muestran sus escritos, sus dibujos y sus excursiones. A partir de 2017 se centra más en cosas del profe como literatura, arte, senderismo, etc.
domingo, 28 de febrero de 2016
miércoles, 17 de febrero de 2016
LOS ÚLTIMOS DÍAS DE ELIZABETH Y GEORGE
A veces uno pasa por situaciones personales y familiares difíciles y le es de gran alivio descubrir que otras muchas personas ya han pasado por lo mismo. Viene esto al caso de un artículo muy interesante de Nuria Barrios publicado en EPS del domingo, 7 de febrero, sobre un libro de cómics escrito por Roz Chast que reproduzco a continuación:
Morir es fácil, lo difícil es vivir, escribió el Nobel chino Mo Yan. Las grandes frases son a menudo como las vallas publicitarias, llamativas y muy poco fieles a la realidad, porque la realidad es que a menudo morir, que no vivir, es lo difícil. Cuando los padres de Roz Chast estaban a punto de cumplir 90 años, su hija se armó de valor para preguntarles qué decisiones habían tomado para el futuro. “¿Podemos hablar de algo más agradable?” fue la enfurruñada respuesta de los ancianos.
Morir es fácil, lo difícil es vivir, escribió el Nobel chino Mo Yan. Las grandes frases son a menudo como las vallas publicitarias, llamativas y muy poco fieles a la realidad, porque la realidad es que a menudo morir, que no vivir, es lo difícil. Cuando los padres de Roz Chast estaban a punto de cumplir 90 años, su hija se armó de valor para preguntarles qué decisiones habían tomado para el futuro. “¿Podemos hablar de algo más agradable?” fue la enfurruñada respuesta de los ancianos.
CÓMICO Y TERRIBLE
En ‘¿Podemos hablar de algo más agradable?’ (finalista del National Book Award), además de viñetas y texto, Chast usa fotografías que se unen a la historia. Son imágenes caseras que encogen el estómago del lector, hasta entonces protegido por la ficción y enfrentado repentinamente al poder emocional de los objetos, a la inexplicable desaparición de los seres queridos.
Así comienza la conmovedora, áspera y divertida historia de los últimos años de Elizabeth y George. Chast, historietista e ilustradora del New Yorker, narra la larga despedida de sus padres en una novela gráfica que es, al mismo tiempo, memoria, catarsis y honesta reflexión sobre la vejez. Y todo entreverado de una comicidad tan familiar que tengo la sospecha de que las tribus de Israel no fueron 12, sino 13, y esta última y desconocida tribu no es sino la del humor, a la que pertenecemos todos los que, sin ser judíos, hemos crecido en hogares donde el humor, a menudo absurdo, a veces socarrón, otras negro, era el prisma para defenderse de la vida.
Hasta los 90 años, los padres de Roz Chast gozaron de una salud de hierro, vivieron solos en su piso de Brooklyn y defendieron con fiereza su autonomía. Solo entonces empezó su declive y aceptaron ingresar en una residencia.¿Podemos hablar de algo más agradable? (Reservoir Books) es el relato de esos últimos años, casi una década. Chast dibuja la historia de Elizabeth y George, hijos de inmigrantes rusos judíos de principios del siglo XX.
Describe lo que significa convertirse en madre de los padres sin dejar de ser su hija, sometida a sus malos humores y a sus decisiones obcecadas. Habla de la relación de amor y rechazo hacia ellos y de la relación simultánea de autocompasión y de odio consigo misma. Muestra el despiadado sistema que depara nuestra sociedad a los mayores. Habla de ese tiempo doloroso y complicado que precede al final. Y habla, sobre todo, de la familia, es decir: del amor, el resentimiento, la rabia, las inseguridades, la culpa, el amor de nuevo.
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dibujo,
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solidaridad
martes, 16 de febrero de 2016
ALUMNA DE PRÁCTICAS
Es un placer tener gente joven en el aula. Hace un año vinieron a visitarnos María Clara y Alejandra, alumnas del cole que han terminado periodismo y física en la Universidad Complutense. Hace un mes también vinieron Javier, Asier y Antonio, ex-alumnos que estudian primero de Magisterio. Y ahora es Alba, una alumna de segundo de Magisterio que estará con nosotros tres semanas haciendo las prácticas.
Los chicos y chicas del colegio se han puesto muy contentos y han hecho estas descripciones:
Alba
es una chica muy guapa, va vestida muy moderna, con un polo, un vaquero y una
rebeca larga. Se va a quedar una temporada para ver cómo damos clases porque
está estudiando magisterio.
Al
cabo de dos días ya voy notando que es muy maja, simpática y alegre. Me cae
genial, nos ha dicho que estudiar magisterio no es tan difícil, solo que tienes
que trabajar mucho. (Alba, 10 años)
Hoy
hemos tenido una visita. Es una joven muy guapa que quiere estudiar magisterio
para ser maestra. Viste con una blusa marrón y un jersey, tiene el pelo largo y
castaño, los ojos los tiene beis, el pantalón azul, pulseras y unas zapatillas.
Es
muy buena y simpática (es un poco seria, pero da igual). Se ríe cuando el profe
Valentín hace una broma. Ella está muy atenta a todo lo que dice el profe. Se
llama Alba como una niña de la clase. Se queda hasta el 26 de febrero y espero
que venga muchas veces más. (Micaela, 11 años)
lunes, 8 de febrero de 2016
AJEDREZ EN EL AULA
Acabamos ahora un curso sobre ajedrez en el aula en el CRIF de las Acacias y nos piden realizar un trabajo sobre el tema y las posibilidades de ponerlo en práctica en nuestros centros educativos.
Hace un año comentábamos en este blog la iniciativa de una Proposición no de Ley presentada en el Parlamento español, para convertir al ajedrez en una asignatura del currículo escolar. A día de hoy el ajedrez ya existe como una optativa en la ESO, si bien su desarrollo curricular aún está en estudio.
Hace un año comentábamos en este blog la iniciativa de una Proposición no de Ley presentada en el Parlamento español, para convertir al ajedrez en una asignatura del currículo escolar. A día de hoy el ajedrez ya existe como una optativa en la ESO, si bien su desarrollo curricular aún está en estudio.
Básicamente la idea es que
el ajedrez ayuda al desarrollo de la capacidad matemática (la lógica
matemática, el análisis y el cálculo mental) y también a mejorar la lectura, al
potenciar la concentración y el reconocimiento de una serie de signos (piezas
de diferente color, valor y tamaño, además de la notación algebraica).
Personalmente, creo que el
ajedrez se debería enseñar en Primaria, de manera que los alumnos salieran de
esta etapa con unos mínimos conocimientos para poder jugar. Algunos autores lo
llaman alfabetizar en ajedrez y apuntan que bastaría una hora semanal durante
dos cursos e impartidos por profesores con formación elemental de ajedrez. Más
adelante, los alumnos tendrían tiempo de profundizar en el tema a través de una
materia optativa o extraescolar que podría ser impartida por ajedrecistas con
la formación pedagógica adecuada.
En cualquier caso, parece
evidente que el ajedrez ayuda a potenciar la capacidad matemática: En geometría
(eje de coordenadas, filas y columnas, diagonales, etc.); en visión espacial
(al calcular el movimiento de cada pieza y situar en el tablero las posibles
casillas a ocupar…); en cálculo mental (valor de las piezas, comparación de
resultados a medida que vamos jugando…); en resolución de problemas (análisis
de los datos, posibilidades de jugadas y solución con el movimiento de la
pieza); etc.
De la misma forma, el
ajedrez potencia una serie de valores muy importantes como el respeto al
compañero, la aceptación de las normas del juego, el asumir el triunfo y la
derrota como parte del juego… En definitiva, la empatía, la concentración, la
humildad y la superación de la frustración.
En definitiva, "el ajedrez desarrolla el cálculo mental del
póker, la visión espacial del billar y el control de las emociones del yoga”.
Leontxo García: “Ajedrez
para enseñar a pensar” (El País, 12-02-2015)
Para saber más:
- "Seis motivos por los que llevar el ajedrez a los colegios es una buena idea", Publicado en EP del 12 de febreo de 2015 y una experiencia de Adriana Salazar iniciada en Colombia y que ya se extiende por colegios de todo el mundo: http://www.ajedrezenelaula.com/
- En este enlace se puede leer en pdf la programación de ajedrez presentada al curso como trabajo final por el autor
domingo, 7 de febrero de 2016
PASTANDO EN EL CIELO DE DOÑANA
Caballos en cielo es el título de esta fotografía de Héctor Garrido. Forma parte de la exposición Fractales, las marismas y Doñana y se inaugura el 8 de febrero en la Fundación Biodiversidad, en Sevilla.
Isidoro Merino explica en El País del viernes 5 de febrero que "un fractal es un patrón geométrico repetitivo que se puede encontrar en la naturaleza. Como las nubes, que cambian de forma y siempre tienen forma de nubes. O como las ramificaciones de un árbol, las venas y nervios del cuerpo o las formas abstractas de las marismas del Guadalquivir". El artículo se titula Pastando en el cielo de Doñana.
Muy interesante es también el siguiente vídeo, publicado en Youtube por El CSIC y que se titula Armonía fractal de Doñana.
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