La pobre gamba está nadando plácidamente cuando llega un barco de pescadores y la capturan. Luego la congelan y la preparan en el propio barco, y llega al puerto, donde el barco es esperado con alborozo. Después la “rulan” y la llevan al mercado, donde el pescadero la vende a una señora. Finalmente es devorada por un papá hambriento a pesar de un último intento de la gamba por escapar.
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Luis Abalo (9 años)
No hay comentarios:
Publicar un comentario