miércoles, 21 de mayo de 2008

LA JARA EN FLOR


A primeros de mayo, en un paseo por la Sierra de Guadarrama hemos disfrutado de la flor de la jara. Este arbusto del bosque mediterráneo florece en abril o mayo y sus flores son muy grandes, tienen cinco pétalos blancos y algunas especies, como la jara pringosa, lucen una mancha morada en la base.
Es una época estupenda para disfrutar de estas flores porque en cuanto acabe la primavera y empiece el calor, desaparecerán. Podemos encontrarla en las laderas soleadas del Sistema Central, en los Montes de Toledo y en Sierra Morena.
Se trata de un arbusto que puede medir de 1,50 a 2 metros de altura y crece en lugares secos y soleados. Se asocia a la encina y coloniza su espacio tras los incendios o las talas.
Las hojas de la jara pringosa (cistus ladanifer) son enteras, alargadas y estrechas y tienen una sustancia pegajosa (el ládano) que les da un aspecto brillante y que se pega a las manos y ropa. El fruto es una bolita leñosa que tiene varios compartimentos con semillas.
Al aumentar la altitud y cuando la encina es sustituida por el melojo, la jara pringosa es sustituida por la jara estepa (cistus laurifolius) que tiene las hojas más anchas y rizadas (parecidas a las del laurel); sus flores son más pequeñas y no tienen manchas, y la corteza de su tronco se desprende en tiras.
Para más información sobre la planta, en especial para ver dibujos y fotografías, y conocer los nombres que le dan los lugareños de cada región de España, se recomienda esta web, realizada por el CSIC y el Real Jardín Botánico, junto con el Ministerio de Medio Ambiente.
Valentín Abalo Garea

domingo, 18 de mayo de 2008

CÓMO T VISTES, CÓMO T VES



La fotografía está hecha en el jardín de una urbanización, tomando como fondo la pared de uno de los soportales.

Está iluminada con luz natural, motivo por el cual tuvimos bastante cuidado con la hora del día, para que hubiese luz suficiente en el momento de hacerla.

Ninguna de las tres modelos usó de maquillaje debido a que sus caras no aparecen en la fotografía, pero tuvimos mucho cuidado en la ropa que debían llevar, pues tenían que ser lo más blanca/negra posible.

Hicimos varias fotos iguales (es decir, que representaban la misma idea) pero desde diferentes ángulos y con distintas posiciones, pero decidí que ésta era la más idónea y la que mejor transmitía el mensaje.

En mi foto se ven a tres chicas, dos de ellas, entrelazadas, miran a la cámara y visten de negro. La que queda, viste de blanco y está de espaldas a la fotografía.

La imagen está algo retocada por el ordenador, aunque lo que he hecho ha sido, únicamente, ponerla en blanco y negro (para resaltar el mensaje) y mejorar la claridad y las sombras de ésta.

Podría extrañar el hecho de que la figura que destaca, la que viste de blanco, no esté en el centro, pero la verdad es que no quiero mostrar que el más importante, el que se supone que tendría que ir en el centro, es dicha persona, pues, según mi opinión, no debe llamar la atención por estar en ese lugar, sino que tiene que destacar por ser la única capaz de oponerse a lo que las tendencias marcan.

Inés Abalo (15 años)